La ortodoncia lingual utiliza brackets y alambres que se colocan en la parte interna de los dientes, haciendo que sean invisibles desde el exterior. A diferencia de los brackets tradicionales que se colocan en la parte frontal de los dientes, los brackets linguales ofrecen una solución estética discreta sin comprometer la eficacia del tratamiento. Son ideales para pacientes que desean corregir la alineación dental sin afectar su apariencia durante el proceso.

La ortodoncia lingual es adecuada para tratar una amplia variedad de problemas de alineación dental, incluyendo apiñamiento, espaciamiento, mordida cruzada, sobremordida y submordida. Sin embargo, en casos extremadamente complejos, su ortodoncista puede recomendar otros métodos. Es importante realizar una consulta detallada para evaluar si la ortodoncia lingual es la mejor opción para sus necesidades específicas.

La adaptación a los brackets linguales puede tomar unos días a unas semanas. Al principio, puede experimentar molestias en la lengua y dificultades al hablar o comer. Con el tiempo, la mayoría de los pacientes se acostumbran y encuentran los brackets linguales cómodos. Usar cera ortodóntica y practicar ejercicios de habla pueden ayudar a acelerar el proceso de adaptación.